En estos desdichados tiempos -que nos ha tocado en suerte, mejor diría en desgracia- en que los político no dimiten aunque estén imputados en procedimientos judiciales; que se apoltronan hasta el punto de que el escaño llega a formar parte de su propia anatomía y de que se corrompen cometiendo un sinfín de ilícitos penales, el toparse con una persona tan integra y trabajadora por los demás como Andrés Rojo, permite recuperar la fe en el ser humano. En el caso que nos ocupa, ha sido nuestro amigo André -Alcalde de la Parroquia Rural de Villamayor y Presidente de la Federación Asturiana de Parroquias Rurales, pero si sueldo- es el promotor del Área Recreativa de El Chorrón y el que ha entronizado en su entorno a la “pequeñina y galana” Virgen de Covadonga. La impresentable acción de arrancar la cabeza a la imagen de nuestra “Santina”, ha merecido el reproche de creyentes y agnósticos, por tratarse de un vergonzoso acto vandálico, respecto del cual llego a la conclusión de que si la intención del depredador ha sido denostar a la Religión Católica, le ha salido el tiro por la culata, a juzgar por las innumerables muestras de simpatía y solidaridad con la Parroquia de Villamayor y la masiva asistencia de fieles a la Misa de Desagravio celebrada el sábado 15/07/2017, en el Área Recreativa de El Chorrón -“la Covadonga a escala” como la llamó el celebrante de la misa D. Enrique Álvarez Moro- Este maravilloso paraje del Chorrón, que era hasta hace poco un verdadero santuario de la naturaleza, con la llegada de la Santina, se elevó a Santuario Divino. Respecto de D. Enrique, es de justicia dejar constancia de que reúne tres cualidades muy importantes para su labor pastoral: predica bien, canta como los Ángeles y lee como un maestro. A continuación la letra de la emotiva “Canción a una madre” del autor Cesáreo Gabaraín, que tan maravillosamente entonó nuestro celebrante, que dice así: “Cuantas veces siendo niño, te recé / con mis besos te decía que te amaba / poco a poco, con el tiempo, alejándome de Ti / por caminos que se alejan me perdí; / por caminos que se alejan me perdí. //Hoy he vuelto, madre, a recordar / cuantas cosas dije ante tu altar, / y al rezarte, puedo comprender / que una madre no se cansa de esperar; / que una madre no se cansa de esperar // Al regreso me encendías una luz / sonriendo desde lejos me esperabas, / en la mesa la comida aún caliente y el mantel /y tu abrazo en mi alegría de volver // Hoy he vuelto, madre a recordar / cuantas cosas dije ante tu altar / y al rezarte puedo comprender / que una madre no se cansa de esperar; / que una madre no se cansa de esperar. // Aunque el hijo se alejara del hogar / Una madre siempre espera su regreso, / que el regalo más hermoso / que a los hijos da el Señor / es su madre y el milagro de su amor.// Hoy he vuelto madre, a recordar / cuantas cosas dije ante tu altar, / y al rezarte puedo comprender / que una madre no se cansa de esperar, / que una madre no se cansa de esperar.
Y desde aquí mi más sincera felicitación a mis amigos de Villamayor, por esa joya paisajística que es el Área Recreativa de El Chorron y su entorno, y una sugerencia: que se amplíe el camino para que se puedan cruzar dos vehículos y así facilitar el acceso a este maravilloso lugar, a las personas mayores.